jueves, 12 de enero de 2012

Situación histórica de la Constitución de 1812

Situación histórica
Oratorio San Felipe Neri de Cádiz, donde se proclamó la Constitución Española de 1812.
La situación en España es caótica:
  • Los ejércitos napoleónicos han invadido el país.
  • Napoleón ha reunido en Bayona a Fernando VII y Carlos IV. Consigue que el primero abdique en el segundo y este en él. Napoleón pone, así, legítimamente, a su hermano Jose I en el trono de España.
  • El pueblo está dividido. Hay quien apoya las ideas liberales que trae desde Francia José I. Este grupo son "los afrancesados"; pero por otro lado se encuentran los "patriotas", una gran mayoría del pueblo español, quienes no ven con buenos ojos la invasión.
  • Las ideas de libertad que trae el ejército napoleónico incendian, aun más, el ánimo del pueblo.
  • No se aceptan a las nuevas autoridades, que son calificadas de traidoras y colaboracionistas.
Tras el alzamiento del pueblo de Madrid contra los franceses, ocurrido el 2 de mayo de 1808, se produce en numerosos territorios un fenómeno espontáneo de resistencia que se agrupó en las llamadas Juntas. Estas comprendieron que su unión y agrupación produciría una mayor eficacia. Así, envían representantes a Madrid para formar una Junta Central Suprema que debía coordinar todas las acciones bélicas en el ámbito militar, y la vida del país, en el ámbito civil.
El 25 de septiembre de 1808 se constituye la Junta Suprema Central Gubernativa con sede en Aranjuez. Los azares de la guerra la llevan a Sevilla y finalmente a Cádiz. Sus funciones fueron las de dirigir la guerra y la posterior reconstrucción del Estado.
Se constituyen las Cortes en Sevilla, trasladándose a San Fernando, denominada entonces Isla de León, ante el avance de las tropas francesas.
Celebraron su primera reunión el 24 de septiembre de 1810 en el actual Teatro de las Cortes con una procesión cívica, misa y la petición encaredida del Presidendente de la Regencia, el Obispo de Orense, a los reunidos, para que cumplieran de un modo fiel y eficaz sus cometidos.
Finalmente las Cortes terminaron su periplo en Cádiz, y de este modo se promulgó en el Oratorio de San Felipe Neri el 19 de marzo de 1812, festividad de San José, motivo por el cual fue conocida esta Constitución popularmente como "La Pepa".
Formaron aquellas cortes, según Solís:
  • 90 eclesiasticos
  • 56 juristas
  • 30 militares
  • 14 nobles
  • 15 catedráticos
  • 49 altos funcionarios
  • 8 comerciantes
  • 20 sin profesión definida.
Se plantearon dos posibilidades sobre el futuro político español. La primera de ellas, representada fundamentalmente por Jovellanos, consistía en la restauración de las normas previas de la monarquía absoluta, mientras que la segunda posibilidad suponía la promulgación de una nueva Constitución. Esta constitución fue un compromiso entre liberales y absolutistas.
Tras su regreso a España el 22 de marzo de 1814, Fernando VII decreta la abolición de la Constitución el día 4 de mayo. El pronunciamiento de Riego obliga a su readopción por las Cortes el 8 de marzo de 1820.

Enlace

http://bib.cervantesvirtual.com/portal/1812/

Constitución española de 1812

La Constitución española de 1812, también denominada La Pepa, fue promulgada por las Cortes Generales de España el 19 de marzo de 1812 en Cádiz. La importancia histórica de la misma es grande, al tratarse de la primera Constitución promulgada en España, además de ser una de las más liberales de su tiempo. Respecto al origen de su sobrenombre, la Pepa, fue promulgada el día de San José, de donde vendría el sobrenombre de Pepa.
Oficialmente estuvo en vigencia dos años, desde su promulgación hasta el 19 de marzo de 1814, con la vuelta a España de Fernando VII. Posteriormente estuvo vigente durante el Trienio Liberal (1820-1823), así como durante un breve período en 1836-1837, bajo el gobierno progresista que preparaba la Constitución de 1837. Sin embargo, apenas si entró en vigor de facto, puesto que en su período de gestación buena parte de España se encontraba en manos del gobierno pro-francés de José I de España, el resto en mano de juntas interinas más preocupadas en organizar su oposición a José I, y el resto de los territorios de la corona española (los virreinatos) se hallaban en un estado de confusión y vacío de poder causado por la invasión napoleónica.
La constitución establecía el sufragio universal masculino indirecto, la soberanía nacional, la monarquía constitucional, la separación de poderes,[1] [2] la libertad de imprenta, acordaba el reparto de tierras y la libertad de industria, entre otras cosas.
 Fuente: Wikipedia.